«La leche no engorda. De hecho, es buena para bajar de peso»
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26/12/2015 | La voz de Galicia
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La química y profesora de Investigación del Instituto de Ciencias de la Alimentación del CSIC Manuela Juárez, y vicepresidenta del comité asesor de Infraestructuras Singulares del Ministerio de Ciencia e Innovación, se ha convertido en una defensora de los lácteos, alimentos que han recibido tantas críticas que muchos ciudadanos los sustituyen por sucedáneos que consideran más sanos.
.¿En qué momento se encuentra el consumo de lácteos en España?
Hace años se consumía más leche que en Europa, y hacia el 2000 se ingerían 116 kilos por habitante y año. Ahora solo 82. Ha descendido bastante, aunque sí se consumen más derivados lácteos, pero esto no llega a compensar el bajón en el consumo de leche líquida.
¿A qué se debe el descenso?
Ha habido un vuelco hacia los productos fermentados, sobre todo en chavales que cambian el vaso tradicional de leche. Antes se consumía leche con 3.2 gramos de grasa, ahora tiene 3.5, lo que la convierte en algo más pesada, por eso se ingiere más desnatada y semi. También la diversificación de productos lácteos ha influido en el descenso.
¿Por qué es necesaria la leche?
Es la base fundamental de nuestra alimentación. No es que sea imprescindible, de hecho, algunas culturas no la toman, pero comen espinas de pescado para cubrir sus necesidades de calcio. Tiene una amplia gama de nutrientes y minerales (vitamina D, magnesio, potasio, proteínas, lactosa…), y es imprescindible en una dieta equilibrada.
¿Y los derivados de la leche?
Son interesantes para consumir, pero no pueden suplir nunca a la leche. Los derivados vegetales se incorporan, pero en la leche están en estado natural. Hoy existen leches sin lactosa. Aun con intolerancia, no hay que dejarla de ingerir, principalmente en yogures y quesos, cuya lactosa es más fácil de asimilar.
¿Por qué es buena la leche?
Es vital porque hasta el final de la adolescencia permite aumentar la masa ósea. A partir de los 30 años no aumenta, pero con su ingesta los problemas de pérdida de masa disminuyen. Una persona debería tomar tres o cuatro raciones diarias de lácteos.
¿Hay que apartarla de la dieta si se quiere estar a línea?
La leche no engorda. Es mentira. Las seroproteínas que incluye sacian, por eso son buenas para bajar de peso. Además, la leche entera tiene ácidos grasos que cuando se consumen no se sintetizan de nuevo y no se añaden al tejido adiposo.
Si me privo de los lácteos, ¿qué puede ocurrir?
Además de incidir negativamente en la salud ósea y dental, pierde las ventajas que tiene. Las seroproteínas poseen un papel central en la mejora de la hipertensión y en de la resistencia a la insulina, entre otros beneficios.
¿Desnatada, semi o entera?
A veces me preguntan qué le damos a los niños. ¡Entera, por Dios! Tiene ácidos grasos que los menores de 5 años toleran por su capacidad antimicrobiana. Desde que nacemos, tras la leche materna en los primeros 6 meses, hay que seguir tomándola. Es necesaria una mayor formación nutricional, y se debería introducir en la enseñanza.
Además de lácteos de origen vacuno, hay otros, ¿por qué no vemos otras leches?
Culturalmente optamos por la de vaca, pero hay otras muy buenas. En Zamora ya existe leche Uht de oveja. Es bueno diversificar el consumo.
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