La industria láctea exige a la distribución implicarse, en la Ley de la Cadena Alimentaria, aplicando las exigencias de contratación
- Con la sostenibilidad y competitividad de todos los eslabones de la cadena se alcanzará un equilibrio del sector
- El valor del sector dependerá de las condiciones y garantías con las que se cuente hasta el final de la cadena
FUENTE: EUROPA PRESS
La Federación Nacional de Industrias Lácteas (FeNIL) participó en la Comisión de Agricultura, Pesca y Alimentación llevada a cabo en el Congreso de los Diputados para debatir sobre la reforma de la Ley de la Cadena Alimentaria. En este acto, Luis Calabozo, en representación de FeNIL, ha exigido que se trasladen las exigencias de contratación a lo largo de la cadena de valor, trasladando la responsabilidad que tiene la industria con la producción primaria también a las relaciones entre distribución y la propia industria. De lo contrario, considera que no serán efectivas ninguna de las medidas para retornar el valor que el sector crea.
En la misma línea, considera que la sostenibilidad y competitividad de todos los eslabones de la cadena sólo pueden conseguirse armonizando las relaciones comerciales, haciendo alusión a la ley de 2013, la cual fue el primer paso altamente positivo para reequilibrar las relaciones a lo largo de la cadena.
Precariedad de la cadena y medidas regulatorias del sector lácteo
Luis Calabozo ha explicado, antes de pedir incluir los mismos requisitos de contratación entre la industria y la distribución, que el grado de compromiso con la producción primaria no llega hasta el consumidor, lo que ha generado un problema de asimetría y perpetuación de la precariedad.
El sector lácteo cuenta con un “recorrido legislativo diferencial”, asegura. Es pionero en la implantación de medidas que sean capaces de regular la cadena alimentaria, y que han permitido dar fin al sistema de cuotas lácteas y contar con una mayor liberalización.
Recordó que, en el 2011, antes del llamado ´paquete lácteo´ de la Unión Europea (UE), se aprobó un decreto ley que promovía la contratación a largo plazo. Ésta obligó a la contratación por escrito, a una duración mínima del contrato, una duración previa a la entrega y también a sistemas específicos que ofrecían mayores garantías al sector.
Esta medida significó un “cambio de cultura enorme”, señala el director general de FeNIL. Un periodo de transición que trajo ventajas para el sector, porque acabó con el pago a resultas y exigió la contratación por escrito. Hoy todos los contratos están depositados y disponibles por la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA), quien no sólo controla las exigencias legales en sus inspecciones, sino todas las obligaciones del paquete comunitario.
Propuestas para cubrir precios de producción
Luis Calabozo señala que aún hay que trabajar sobre la Ley de la cadena alimentaria. Considera que es necesario “apretar aún más» las condiciones con las que cuenta el sector lácteo «hasta el final» de la cadena. Por ejemplo, en el reconocimiento y la cobertura de precios a la producción que se recoge en la reforma y en «asegurar la continuidad, que depende de los costes, pero también de condiciones de mercado sobre los que uno no puede actuar», ha explicado.
También propone la búsqueda de un sistema alternativo para garantizar esta cobertura en el medio plazo y «que no genere tanto conflicto” y a no ser posible, valorar la posibilidad de que el precio pactado entre el productor primario y su primer comprador pueda cubrir el precio de producción «a lo largo de la duración del contrato». De lo contrario, señala el portavoz de FeNIL que podría ocasionar una «ruptura unilateral del contrato» y la «litigiosidad» e «inseguridad jurídica» que provocaría la posibilidad de buscar mejores condiciones por esta cláusula legal