Lácteos en la edad adulta
Los beneficios de los nutrientes que aportan la leche y los productos lácteos se extienden más allá de su papel durante la infancia, en el crecimiento y desarrollo.
De hecho, el consumo de productos lácteos se asocia con una dieta equilibrada y ofrece diversos beneficios en la edad adulta.
Presión arterial
- Reduce la presión arterial en personas con hipertensión[1].
- El calcio y la vitamina D presentes en los productos lácteos se relacionan con una menor probabilidad de padecer hipertensión.
Perfil lipídico
- Los productos lácteos contribuyen a mantener los niveles adecuados de colesterol.
- El ácido linoleico, uno de los nutrientes de los lácteos, ayuda a conseguir unos niveles adecuados de colesterol.
- Se puede conseguir una disminución de hasta el 5% en los niveles de colesterol, en los casos en los que se incluye yogur o leche semidesnatada en la dieta.
- La leche desnatada produce una mayor reducción del colesterol en aquellas personas que ya tienen niveles altos de colesterol.
Densidad ósea
- Mejora de la densidad mineral ósea: el calcio presente en la leche y los productos lácteos mejoran la masa ósea y disminuyen la frecuencia de las fracturas.
Consumo de calcio recomendado en la edad adulta
[1] Estudio observacional de la Universidad de Navarra en 5.880 individuos de todas las edades, donde se observó una reducción del riesgo de nuevos casos de hipertensión de hasta un 54% en adultos con alto consumo de lácteos desnatados.