Leche de cabra y oveja, dos grandes desconocidas

Leche de cabra y oveja, dos grandes desconocidas

 

  • La leche de cabra es rica en vitamina A y minerales
  • La leche de oveja, ideal para deportistas de alta densidad

Fuente: El Confidencial

La leche es un producto básico en cualquier casa. Aunque nadie especifique cómo es esa leche, lo cierto es que el mercado ofrece varias alternativas. En los supermercados están las más convencionales, pero también las más singulares como la de cabra y oveja, que están en proceso de ser populares entre los consumidores. La leche de cabra y oveja destacan por su gran valor nutricional. La primera, contiene vitamina D y A; mientras la segunda, ofrece un nivel excepcional de proteínas y calcio.

España es una gran productora de ambas leches. En noviembre del 2019, nuestro país fue el segundo de la Unión Europea que más leche de cabra produjo, sólo superado por Francia, con 442,88 millones de litros. En el caso de la leche de oveja, esa cifra alcanzó los 508,98 millones de litros producidos en 2019, según datos publicados por el Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA), entidad dependiente del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA).

La leche de cabra, ideal para el sistema inmune y digestivo

La leche de cabra destaca por ser rica en minerales como fósforo, potasio y calcio, aunque su característica más representativa es su alto valor en vitamina A. Esta vitamina contribuye al funcionamiento del sistema inmune y de la vista, y es altamente recomendada para quienes deseen tener una piel sana.

Además, contiene ácidos grasos esenciales y tiene entre un 30-35% de ácidos grasos que son fuente de energía rápida que eliminamos. Gracias a su composición es más digerible para aquellas personas con problemas digestivos como úlceras o gastritis.

La leche de oveja, recomendada para deportistas

Por su parte, la leche de oveja, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), tiene un alto contenido de materias grasas y proteínas —unos 5,6 gramos por cada 100—. Su alto contenido calórico —100 kilocalorías por cada 100 gramos— la hace ideal para aquellos que practican deporte de alta intensidad. También contiene hierro y ácido fólico —indicados para evitar problemas de anemia—, zinc, magnesio y vitamina C.

Varios estudios han demostrado que esta leche es rica en vitaminas B1, B2 y B3, fundamentales para el metabolismo energético. Pero, sin duda, donde más destaca es en sus niveles de calcio. Esto hace que sea idónea para prevenir enfermedades de los huesos como la osteoporosis.

Aunque en la mayoría de los casos la leche de cabra y oveja continúan siendo dos grandes desconocidas, y ésta última sea más consumida en derivados lácteos como los quesos; lo cierto es que ambas leches merecen una oportunidad en nuestra dieta por sus irrefutables valores nutricionales capaces de ofrecer igual o más beneficios que la leche de vaca.