Nutrición saludable
Las enfermedades cardiovasculares se combaten con Omega 3
- Este nutriente es clave para frenar la diabetes, el alzheimer, la obesidad y algunos tumores
- Un vaso de leche enriquecida equivale al 50% de la cantidad recomendada
Fuente: El País
La lucha contra las enfermedades cardiovasculares (principal causa de muerte en España) ha encontrado un nuevo aliado llamado Omega 3. A pesar de la creencia de que todas las grasas son dañinas, en este caso encontramos una significativa excepción, porque el Omega 3 es un nutriente cardioprotector que favorece al organismo a corto, medio y largo plazo.
¿Cómo puede beneficiarnos?
Se han llevado a cabo diferentes estudios que acreditan las propiedades del Omega 3 como un elemento clave para frenar la obesidad o la diabetes. Además, protegen del Alzheimer a un determinado grupo de personas y ayudan al tratamiento de algunos tumores frecuentes, como el de mama o el de colon.
Además de evitar enfermedades, durante la infancia están implicados en el desarrollo del sistema nervioso y de la retina; sin embargo, el organismo no los puede sintetizar y, por este motivo, es tan importante incorporar los ácidos grasos Omega 3 a la dieta. A pesar de los beneficios que reporta, el 30% de los españoles no ingerimos la cantidad diaria recomendada según un estudio del departamento de Nutrición de la facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid (UCM).
¿Dónde lo encontramos?
La Fundación Española de Nutrición (FEN) y la Fundación Iberoamericana de Nutrición (Finut) expresan en el estudio La leche como vehículo de salud la importancia de consumir alimentos enriquecidos con Omega 3, de los que la leche es el más conocido y consumido. Según describe el informe, la industria ha creado bebidas lácteas, enriquecidas con Omega 3, que se producen a partir de leche desnatada a la que se añaden “aceites vegetales y aceite de pescado para obtener un perfil lipídico más rico en ácidos grasos mono y poliinsaturados”.
De este modo, los lácteos con Omega 3 permiten reducir la ingesta de ácidos grasos saturados y aumentar la de ácidos grasos insaturados. La sustitución de grasas saturadas por grasas mono o poliinsaturadas es, según la Organización Mundial de la Salud, una estrategia nutricional adecuada para controlar factores de riesgo cardiovasculares”. Según la FEN, tomar un vaso de leche enriquecida representa casi el 50% de la cantidad diaria recomendada, si se consume la cantidad de Omega 3 aconsejada (250 mg/día).
Además de en la leche, el Omega 3 se encuentra en una amplia variedad de productos: nueces, semillas de lino, soja, salmón, sardina o caballa. Los expertos en la materia recomiendan mantener una dieta equilibrada para que los alimentos que se consumen a diario tengan aportes de este nutriente.