Diagnóstico de la intolerancia a la lactosa
El método diagnóstico de la intolerancia a la lactosa no invasivo más fiable es el test de hidrógeno espirado. Además, existen otras dos pruebas diagnósticas.
Test de hidrógeno espirado
- Se suministran 50 g de lactosa (equivalente a la presente en 1 l de leche).
- A continuación, el paciente sopla en unas bolsas herméticas de donde se recogen las muestras de aire espirado a determinados intervalos de tiempo.
- Un aumento del hidrógeno en la respiración tras la ingesta de lactosa, por encima de 20 ppm, indica intolerancia a la lactosa.
Test de tolerancia a la lactosa
- Se suministran al paciente 100 gramos de lactosa y se toman muestras de sangre a los 30, 60 y 120 minutos.
- A las 2 horas se miden los niveles de glucosa plasmática en las muestras.
- Por encima de 20 mg/dl se considera indicativo de intolerancia a la lactosa.
Test de acidez de las heces
Puede ser usado para diagnosticar la intolerancia a la lactosa en niños pequeños.
- La prueba consiste en analizar las deposiciones.
- Si existe una mala absorción de lactosa, son más ácidas de lo normal.