El sector lácteo, clave en el fortalecimiento de la biodiversidad

Medioambiente y Nutrición

El sector lácteo, clave en el fortalecimiento de la biodiversidad

 

  • María Sánchez Mainar, Technical Manager de la Federación Internacional de Lechería, destaca que la capacidad del sector para reducir el impacto medioambiental
  • Recalca la necesidad de cambiar a dietas y sistemas alimentarios más sostenibles

 

 

Fuente: Día Internacional Lácteo

El 20% de las tierras mundiales son administradas por el sector lechero, dan trabajo a casi 800 millones de agricultores y ganaderos y hay 133 millones de granjas lácteas. Estos son los motivos que da María Sánchez Mainar, Technical Manager de la Federación Internacional de Lechería, para destacar el papel que interpreta la industria láctea en el fortalecimiento de la biodiversidad: “Contribuye al desarrollo rural y económico de la sociedad, es capaz de reducir sus impactos medioambientales, y contribuye a la biodiversidad y los ecosistemas”.

La Technical Manager centró su intervención, durante el Día Internacional Lácteo, en explicar el rol de los lácteos dentro de una dieta sostenible. Según Sánchez Mainar, cada vez más organismos internacionales y países “han incorporado consideraciones de sostenibilidad en sus políticas alimentarias y programas de educación al consumidor”. Una tarea que, según la experta “no es fácil de logar”, pero es absolutamente necesaria para “cambiar a dietas y sistemas alimentarios más sostenibles”, en los que los lácteos se convierten en “vitales” al constituir “una fuente excelente de nutrientes”.

Desde el año 2010, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) pide que se incluyan recomendaciones de cómo tener una dieta sostenible y, de hecho, Sánchez Mainar apostilla que “muchas pirámides combinan conceptos de sostenibilidad con nutrición” desde esa fecha.

A pesar de ello, la experta considera que “ninguna manera de medir la sostenibilidad es correcta, porque una dieta sostenible tiene que ser justa, asequible, con buenos nutrientes y que sea culturalmente aceptable”. Esto significa que no debe basarse exclusivamente en el impacto medioambiental, sino que ha de tener en cuenta más factores.

“El 35% de la comida de un día pertenece a alimentos discrecionales, es decir, a comida basura. El enfoque no debería estar en reducir el consumo de alimentos lácteos por no ser sostenibles, sino en reducir este tipo de alimentos que no son nutricionales”.

Sánchez Mainar toma un estudio realizado en EEUU como ejemplo para ilustrar esta información: “Si en una sociedad futura no hubiese ganado, el impacto medioambiental mejoraría ligeramente, pero la sociedad tendría un serio problema de sobrepeso debido a la alta ingesta calórica y al bajo contenido en nutrientes que tendría la dieta”.