Nutrición
Expertos enfatizan en la importancia del desayuno
- Prescindir de esta comida tiene una grave repercusión en la atención, rendimiento académico y en las actividades físicas e intelectuales de los niños
- Lácteos, cereales y frutas son los ejes principales de un buen desayuno
Fuente: ABC
La falta de tiempo, la improvisación y el desconocimiento son algunos de los motivos que provocan errores y descuidos en la alimentación de los más pequeños de la casa. Estos despistes se agravan, enormemente, con el desayuno. Anna Bach, profesora de Estudios de Ciencias de la Salud de la Universitat Oberta de Catalunya, y
Esther Calsina, miembro de la vocalía de Alimentación y Nutrición del Colegio de Farmacéutics de Barcelona, subrayan que el desayuno es una de las principales comidas del día. Esto significa que no tomarlo, o hacerlo de manera insuficiente, repercute en las actividades físicas e intelectuales de los jóvenes y en la disminución de la atención y del rendimiento académico.
“Los niños deberían iniciar el día con un buen desayuno basado en lácteos, cereales y frutas. Necesitan energía para poner todo su organismo en marcha, lácteos para el crecimiento óseo y fruta para que todas las reacciones del cuerpo y las defensas funcionen”, suscriben las expertas.
Además, la no ingesta del desayuno -y no comer hasta el almuerzo en época escolar- puede derivar en hipoglucemias, bajada de azúcar en sangre e incluso pérdida de conocimiento.
¿Qué hacemos a media mañana y a media tarde?
Las expertas advierten que, a partir de los 7 años, los más pequeños no suelen saciarse lo suficiente con fruta y se podría complementar con un bocadillo. Esto pasa también a la hora de la merienda, por ello, como alternativa al bocadillo, Bach y Calsina recomiendan un yogur o lácteo acompañado de una fruta.
Las profesionales apostillan que “la merienda es una comida importante en el global del día y suele coincidir con la hora en que termina la jornada escolar y comienzan las actividades extraescolares. En este momento se recomienda tomar una pequeña comida que tiene especial importancia por los siguientes motivos”:
- Debe aportar la energía necesaria para que el niño afronte correctamente lo que queda de tarde (normalmente dedicada a actividades extraescolares).
- Debe ser suficiente como para que el niño no tenga mucha hambre a la hora de la cena.
- Debe ser el aporte nutricional diario de entre el 15 y el 20%.