La ingesta habitual de lácteos está directamente relacionada con un menor riesgo de padecer diabetes e hipertensión

Nutrición

La ingesta habitual de lácteos está directamente relacionada con un menor riesgo de padecer diabetes e hipertensión

 

  • El proyecto Di@bet.es, en el que han participado investigadores y centros sanitarios de toda España, tenía como objetivo establecer la prevalencia de diabetes en el país

 

 

Fuente: ABC

Un estudio liderado por profesionales del Hospital Regional y del Instituto de Investigación Biomédica de Málaga ha determinado que las personas que incluyen en su dieta productos lácteos tienen menos posibilidades de padecer diabetes e hipertensión y de desarrollar enfermedades asociadas. La fase transversal de la iniciativa se realizó en los años 2008-2010 y contó con la participación de más de 5.000 voluntarios de toda España mayores de 18 años.

La investigación atiene al nombre de Di@bet.es, un proyecto en el que han participado investigadores y centros sanitarios de toda España con el objetivo de establecer la prevalencia de diabetes a nivel nacional. Además, ha permitido estudiar la de otros factores de riesgo como la obesidad, la hipertensión o el sedentarismo.

 

¿Qué papel han interpretado los lácteos?

“Los resultados de esta investigación apuntan al efecto beneficioso del consumo de lácteos frente a la presencia de hipertensión y obesidad, lo cual podría contribuir a un mejor estado metabólico general y un menor riesgo cardiovascular”, señala Gemma Rojo, jefa de grupo en CIBERDEM e investigadora del Hospital Regional de Málaga y del Instituto de Investigación Biomédica de Málaga (IBIMA).

Hasta la fecha no existían trabajos que relacionasen el consumo de lácteos y la presencia de estas enfermedades, hecho que ha permitido extraer otras conclusiones como que “las mujeres consumen más leche, queso o yogures que los hombres, mientras que éstos toman más lácteos azucarados como batidos o helados”, explica Rojo.

Una dieta saludable debe incluir los lácteos, dada su aportación en proteínas de alto valor biológico, vitamina B12 y por su posición como la fuente más importante de calcio en la alimentación. Además, el yogur y diferentes variedades de queso tienen bajos niveles de lactosa, por lo que estarían indicados en personas intolerantes a la lactosa.

“Los resultados de esta estudio -junto a otros realizados en otros países y también con seguimientos prospectivos- apuntan que, en población sana, la ingesta de 2-4 raciones de lácteos entra dentro de un patrón saludable de alimentación, incluso aunque no sean desnatados, aunque deben ser preferentemente no azucarados. Para personas con sobrepeso, obesidad o elevación de lípidos sí se recomendaría tomarlos en su versión semidesnatada o desnatada”, asevera la investigadora.